Una de las dietas más difundidas en estos últimos tiempos sin duda ha sido la Dieta mediterránea. Como su nombre lo indica, proviene de los países lindantes del mar mediterráneo. Grecia, la zona sur de Francia, Italia, Albania entre otros.
Los estudios indican que el promedio de vida de estas personas es algo superior a las de muchos otros países. El factor más importante es la dieta que tienen. Esta dieta está basada principalmente en el consumo de legumbres, frutas, verduras, vegetales, aceite de oliva, pastas, vino tinto, etc. también es adecuado mencionar que estas personas tienen un estilo de vida algo distinto a otras como la práctica de mayor actividad física regular ya que no utilizan tanto los medios de transporte sino que muchos se mueven a pie.
Volviendo específicamente a su dieta mencionaremos algunas ventajas que ofrecen el consumo de los alimentos principales de una comida mediterránea.
Carbohidratos de calidad: Consumen pan y diversos tipos de granos o cereales. Pastas de todo tipo. Son carbohidratos de liberación lenta. Es decir, que no presentan picos de glucemia. Aportan fibras insolubles que según algunos estudios previene el cáncer de colon. Es muy común en la mesa mediterránea.
Aceite de Oliva: Este aceite tiene grasas del tipo monoinsaturado. Disminuyen los niveles de colesterol malo (LDL) sin bajar el nivel de colesterol bueno (HDL). Aparte del aceite de oliva no consumen otra grasa. La dieta mediterránea contiene niveles bajos de grasas. No contienen grasas saturadas ya que el consumo de carnes rojas es muy bajo.
Contenido proteico: Tiene una alta cantidad de proteínas de buena calidad. Las legumbres aportan proteínas con muy poca cantidad de materia grasa. Contienen bastante fibras solubles que protegen al corazón de elevados niveles de colesterol.
Frutas y Vegetales: Comen una gran variedad de frutas y verduras. Con esto satisfacen las necesidades de vitaminas, minerales, fibras y antioxidantes necesarios para la protección de los tejidos.
Ajo: Es el condimento preferido por los mediterráneos. El ajo ayuda a estabilizar la presión sanguínea y a bajar el colesterol.
Vino tinto: Aporta algunos antioxidantes como flavonoides y taninos. Según ciertas investigaciones ayuda a elevar el colesterol bueno (HDL).