Estos últimos tiempos estamos escuchando o viendo información de las propiedades de la dieta alcalina. A continuación explicaremos algunas características de esta dieta y el concepto del pH.
Según los que defienden esta teoría, existen algunos alimentos que generan una variación del pH de la sangre. El pH sanguíneo es un factor sumamente importante, que si existe dentro de los parámetros normales (7,35 – 7,45) nos beneficiamos. Nuestro metabolismo marcha adecuadamente. En algunas patologías, este pH se ve alterado como en la acidosis metabólica o en la misma diabetes mal controlada. Cuando el pH de la sangre tiende a la acidez (descenso del pH), nuestras enzimas no trabajan adecuadamente, nuestro metabolismo se ve alterado y nuestras fisiología también. Hasta afecta al estado anímico de algunas personas. Por lo tanto es preferible que este más inclinado hacia la alcalinidad que hacia la acidez, siempre y cuando tampoco salga del parámetro normal indicado. Un pH muy alcalino (muy elevado), también podría generar trastornos muy severos.
La forma de inclinar este pH hacia la alcalinidad es justamente con una dieta que tenga alimentos “alcalinos”, es decir, dieta alcalina. Son aquellos que una vez consumidos, se absorberán a la sangre y se transformarán en otros compuestos generando un pH ligeramente alcalino.
Los alimentos que generan este beneficio son casi todas las frutas, como la naranja y el limón, aclaremos que mucha gente piensa que al ser ácidas, generaran acidez en nuestro organismo, pero es exactamente al revés, ya que existen mecanismos algo complejos que revierten el ph en nuestra sangre. Casi todas las verduras, ajo, vegetales de hojas verdes, zanahorias, etc. Algunos tés como el té verde o el té de diente de león, y alimentos integrales como arroz integral o cereales integrales.
Por el contrario, generan acidez las bebidas alcohólicas, muchos aceites, aunque recordemos que es bueno consumir algunos aceites para disminuir el colesterol malo como el aceite de oliva o el de canola. Las carnes rojas, manteca, cereales no integrales, muchos lácteos y las pastas. La mayoría de los medicamentos también pueden generar acidez pero nunca hay que suspenderlos si fueron indicados por un médico hasta que el lo indique. Ya que los tratamientos medicamentosos están asociados a determinadas enfermedades y no debe suspenderse.
