Si bien se ha avanzado en los tratamientos contra el cáncer, la medicina aún no ha ganado la guerra contra esta difícil enfermedad.
Sin embargo ahora, se sabe bastante con respecto a la prevención. La alimentación juega un papel fundamental en dicha prevención.
Los estudios indican que ciertas poblaciones tienen un bajisimo índice de cáncer comparado con el de otras sociedades, como la occidental. Como ejemplos estudiados por los principales organismos de salud, podemos citar a la zona del mediterráneo, la India y Japón (especialmente en Okinawa). Pero no es solo los alimentos que se consumen sino la forma de cocinarlos y el estilo de vida que llevan estas personas.

Para citar algunos puntos importantes:
Los alimentos se consumen frescos y se priorizan a las frutas, verduras y pescados por sobre las carnes. Se consume muy poca cantidad de azúcar y sal. No se conoce prácticamente a los alimentos refinados, ya que se consumen lo más naturales posibles. Tampoco se usan envoltorios de plástico ni microondas para cocinar a dichos alimentos.
Las verduras y frutas contienen una variedad y cantidad considerable de antioxidantes, que son claves para una buena salud, ya que previenen la degeneración de los tejidos. Este punto es el más importante para tener una buena longevidad como la que presentan los ciudadanos de Okinawa, Japón. Allí también consumen té verde como la bebida principal, una enorme fuente de antioxidantes, y la soya en la forma de tofu. En el caso de las personas del mediterráneo por ejemplo, es muy común consumir el aceite de oliva y de alta calidad. Esta es una grasa insaturada que previene enfermedades como la arterioesclerósis, al evitar los depósitos de colesterol malo (LDL) en las arterias. Los pescados, hortalizas, frutas y verduras forman casi toda la dieta de estas personas.

Hay un dicho que sostiene que somos lo que comemos, pero es incompleto. Somos lo que comemos y lo que hacemos. La actividad física es clave para que el metabolismo funcione mejor y tener una buena salud.
En estas poblaciones, las personas tienen actividad física, no son sedentarias. Otro punto interesante que se esta estudiando es que aparentemente alimentarse sin llegar a saciarse, aproximadamente en un 80%, como lo hacen en Okinawa, sería beneficioso para nuestro organismo al no sobrecargar a las células de trabajo, lo cual le dará un desgaste biológico mayor, acortando de esta manera su vida.
Algo que debe quedar claro es que alimentarse correctamente juega un papel vital en la prevención del cáncer. Pero no hay que confundirlo con la cura del mismo una vez instaurado. Para eso, la dieta puede ayudar, pero el tratamiento médico es de extrema importancia.