La sangre humana normalmente tiene un pH que oscila entre 7,35 y 7,45. Para que este rango no cambie o no se dispare existen mecanismos llamados tampón o reguladores Buffer que tienen la función de regular el pH ante situaciones algo adversas como un exceso de ácidos o de bases en el organismo. Como ejemplos tenemos el mecanismo respiratorio y el que actúa a nivel renal. El segundo es mas lento pero más afectivo. Aquí no hablaremos de su mecanismo de acción con detalle sino más bien cuáles son las consecuencias de su falla en la acción.
El cuerpo normalmente genera un exceso de ácidos y no de bases. Si uno de los sistemas tampón no funcionara, se acumularía una cantidad grande de ácidos. Esto recibe el nombre de acidosis metabólica. El pH baja y puede llegar en situaciones patológicas como la diabetes a valores de 7,2 o 6,9. Obviamente que esto pone al limite el riesgo de vida del paciente.
El riesgo de vida se compromete debido a que las enzimas se comportan correctamente a ciertos valores de pH, al cambiar este, su función decrece o se anula y el metabolismo disminuye. La practica consiste en administrar la correcta medicación para mantener lo más cerca de lo normal el rango de pH sanguíneo y de esta manera corregir los problemas de acidosis metabólica.