Las vitaminas son compuestos muy importantes para nuestro metabolismo, la carencia extrema de alguna de ellas traería consecuencias fatales. Por eso es importantísimo que sepamos como aprovecharlas al máximo a la hora de consumir los alimentos que la contienen.
Una característica que tiene la mayoría, es su labilidad, es decir, lo fácil que es desactivarlas o inactivarlas en cuanto a sus propiedades si se las somete a temperaturas algo elevadas o si las condiciones de almacenamiento son inadecuadas. Por ejemplo, si cocinamos las frutas o verduras, es mejor cocerlas al vapor. Ya que el contacto con el agua hace que las vitaminas hidrosolubles se pierdan en ella. Otro factor es el tiempo de cocción, mientras más largo es, más propiedades se van perdiendo. Constituyen una ventaja en este aspecto el uso de ollas a presión o los hornos a microondas ya que acortan el tiempo de cocción.
Otro aspecto importante es la forma de consumirlos. Por ejemplo, si consumimos una naranja, es mejor exprimirla y tomarla enseguida. No darle tiempo a que se pierdan las vitaminas lábiles, en este caso, la vitamina C.
A diferencia de los zumos o jugos envasados, estos, tienen compuestos agregados para atenuar la pérdida de las vitaminas y estabilizantes entre otras sustancias. En parte logran el objetivo, pero nunca son como los jugos naturales. Por eso mientras más procesado sea un alimento, menos propiedades benéficas tendrá. Obvio que es inevitable, más en estos tiempos prescindir de los alimentos procesados. pero es bueno que mantengamos ciertas prácticas para saber como aprovechar las vitaminas lo mejor posible.