En este post quiero comentar algo importante, como sabemos, cuando tenemos un proceso inflamatorio que nos produce dolor, inmediatamente pensamos en consumir un analgésico de uso común. Es decir, preparado con las técnicas farmacéuticas más usadas y mejor desarrolladas. Encontramos muchos de estos en el mercado. Cambian de nombre pero mantienen sus mismos principios activos. El más conocido sin dudas es la aspirina, cuyo nombre científico o químico es el ácido acetil salicílico.
Sin embargo, también hay a nuestro alcance muchos antinflamatorios naturales que nos dan un efecto parecido y sin efectos colaterales adversos. Los encontramos en muchas plantas. Un ejemplo de ellos es el que se encuentra en la corteza del sauce. Era utilizado en la antigüedad por culturas muy avanzadas como la egipcia y los indios americanos. Se lo prepara en forma de ungüento. Otro punto a tener en cuenta es que tiene mejor biodisponibilidad que otros antinflamatorios sintéticos. Otro muy difundido con propiedades conocidas es la manzanilla que se puede consumir como infusión o la raíz de jengibre entre otras muy eficaz para aliviar inflamaciones artríticas. Se puede tomar en las comidas.
Pero también debemos tener en cuenta que la alimentación contribuye en gran manera a desarrollar procesos inflamatorios. O sea que si ajustamos nuestra dieta podríamos evitar el desarrollo de estos procesos nocivos. En pacientes artríticos por ejemplo está prohibido el consumo de grasas saturadas, aparte es bueno elevar la ingesta de antioxidantes como vitamina E y C entre otros.