Como ya sabemos, la grasa (lípidos) es necesaria e imprescindible para nuestra vida. Básicamente es un combustible energético que se utiliza para mantener las funciones metabólicas, también en el caso del colesterol que es materia prima para la síntesis de otras sustancias fundamentales como hormonas esteroideas, por citar algunas funciones y aporte de los lípidos. Pero desde ya, debe haber un equilibrio entre su síntesis (fabricación) y su consumo. Niveles elevados de triglicéridos y colesterol son muy perjudiciales para la salud. Sumado a esto, menos importante pero muy molesto, es la acumulación de grasa en ciertos sectores del cuerpo (triglicéridos), que obviamente genera descontento y malestar en todo individuo.
Para evitar justamente este problema de acumulación, es muy importante entender el mecanismo de generación de grasa en nuestro cuerpo. Tratare de resumir lo más posible este largo mecanismo y evitar tecnicismos. Primero debemos entender que la energía en exceso que no se use se acumulará como tejido graso. Cuando comemos, la grasa ingerida luego de ser absorbida por el intestino, pasa a la sangre en forma de ácidos grasos y glicerol. Estos vuelven a ser unificados formando unas lipoproteínas llamadas quilomicrones. Estos quilomicrones van siendo metabolizados y la Insulina tiene mucho que ver con este proceso, estimulando la degradación de estos triglicéridos para volver a formar ácidos grasos y glicerol que posteriormente son almacenados en las células, especialmente del tejido adiposo. Cuando nuestro organismo tiene suficiente energía en forma de glucógeno en músculo e hígado, esos ácidos grasos y gliceroles se volverán a unir para formar los triglicéridos (grasas) acumulándose en nuestros tejidos. Justamente la hormona que estimula la lipogénesis (generación de grasa) es la insulina. Y saben cuál es el activador de la insulina?. El aumento de la glucosa en sangre. Cuando ingerimos hidratos de carbono de mala calidad nutricional, estamos activando a la insulina. Esta es una hormona anabólica, Es decir, estimula la formación de moléculas grandes como lípidos y proteínas. Por este motivo es que debemos limitar el consumo de hidratos de carbono, especialmente los que generan liberación rápida y picos de glucosa en sangre. Los azúcares refinados y muy procesados como, productos de pastelería y bebidas azucaradas son ejemplos cotidianos que generan los mayores picos de glucemia, lo cuál como dijimos, activará a la insulina y esta estimulará la formación de grasas. Debemos consumir preferentemente hidratos de carbono de buena calidad como por ejemplo, legumbres, cereales, harinas integrales y frutas.
Hay que entender también que estos malos hábitos durante muchos años pueden generar patologías como la diabetes por resistencia a la insulina. Es muy importante mantener los niveles de glucosa dentro de los parámetros normales y evitar los picos elevados que alterarán negativamente a nuestro metabolismo ya que esto genera insulinemia elevada casi de manera constante.
Otro punto importantísimo es el control con el médico para abordar seriamente algún tratamiento para bajar de peso, especialmente si se trata de pacientes obesos. Es muy fácil tomar decisiones propias y caer en informaciones y dietas falsas que abundan en el sector mediático. Siempre hay que seguir los consejos de profesionales como médicos y nutricionistas. No olvides que está en riesgo tu salud.
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Patricio Arroyo: Bioquímico y Profesor.
