Las Calculadoras Científicas.


Las Calculadoras científicas sin dudas no han sido cualquier invento o un invento más. Son la versión mejorada de las antiguas o primeras calculadoras.

Las primeras calculadoras de la historia fueron los ábacos que datan de siglos de antigüedad. Pero ya a principios del siglo 20 se comenzaron a dar pasos gigantescos en la fabricación de nuevas calculadoras. Estas tenían una base netamente mecánica, solo que sus tamaños eran enormes en comparación con las actuales. Eran como una máquina de escribir. Hasta que en plena época de la segunda guerra mundial se desarrollo una de tamaño pequeño que se podía agarrar con la mano. Hasta aquellas épocas la base del funcionamiento era puramente mecánico constituida por ruedas pequeñas dentadas y consecutivas similares al dispositivo de los relojes. Sin embargo a principios de los 60 aparecieron las primeras calculadoras electrónicas. Pero el problema era su tamaño y peso. Poco práctico y nada portátil.

El otro gran salto se realizo en la década de los 70 cuando Japón desarrollo las primeras calculadoras electrónicas portátiles, alimentadas por pequeñas baterías o pilas. El logro se hizo al usar circuitos integrados pequeños en lugar de muchos transistores grandes. Fue justamente en esta época cuando también se desarrollaron muchas más funciones en las calculadoras, es decir que se agregaron más funciones matemáticas a las básicas que conocemos como suma, resta, multiplicación y división. Ya tenían incorporadas otras como el calculo de logaritmos y las funciones trigonométricas como seno, coseno, tangente. Ya no eran las calculadores convencionales sino que ya estábamos en presencia de las calculadoras científicas. Otro paso enorme. Para el cálculo de logaritmos se utilizaba una famosa tabla, la tabla de Howell. Allí estaban escritos los resultados de los logaritmos de muchos números. Obviamente este tipo de tablas quedo sin uso con el desarrollo de las calculadoras modernas.

Por supuesto que después su uso se fue masificando en el  mundo, ya que los costos se iban adaptando a la economía de los consumidores y a su necesidad. Desde los 70 hasta aquí se presenciaron infinidad de modelos. Cada vez con más funciones, con menores tamaños y más livianas. Allá por los 90 se le agrego la capacidad para desarrollar gráficos a las mejores calculadoras científicas, otra innovación enorme. Por ejemplo solo agregándole los datos necesarios de las variables correspondientes la calculadora tomaba esos datos y al instante mostraba en el display (pantalla), el gráfico esperado. Por este motivo se las han fabricado con pantallas de mayor tamaño. Parábolas, rectas, funciones logarítmicas, etc. Todo podía ser graficado en sencillos pasos y en segundos. Otra capacidad agregada fue la de resolver ecuaciones de dos o tres incógnitas. En la educación esto ha traído controversias ya que el alumno debe ser el que solo pueda aplicar sus conocimientos y realizar los gráficos manualmente y no con la calculadora. Pero no podemos negar que no deja de ser un logro tecnológico enorme. Actualmente también existen calculadoras online conectadas a internet que permiten realizar funciones que las comunes no hacen como cambios de moneda o cálculo de ciertas estadísticas.

No sabemos hasta donde llegaran los avances de las calculadoras científicas. Pero evidentemente seguirán los pasos naturales del desarrollo tecnológico científico.


4 respuestas a “Las Calculadoras Científicas.”

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