El ácido láctico es un producto normal que se genera en nuestro metabolismo como resultado de la glucólisis anaeróbica. Este es el proceso mediante el cual se degrada la glucosa utilizándola como combustible para que obtengamos energía en forma de ATP. Sin entrar en detalles, porque no hablaremos específicamente de la glucólisis en este post. Pero resumiendo, este proceso se produce en el citoplasma de las células y como producto final de la degradación de la glucosa se generan 2 moléculas de ATP como ganancia neta y 2 de piruvato. Cuando las condiciones son anaeróbicas (ausencia de oxígeno) como es el caso del músculo esquelético en contracción, este piruvato se transformará en ácido láctico o lactato. Este lactato es un compuesto tóxico ya que acidifica a la sangre y no se debe acumular en nuestro organismo. Un dato interesante es que por ejemplo las células tumorales producen lactato aún en condiciones aeróbicas.
Para resolver este problema, el lactato comenzará a transitar una ruta llamada Ciclo de Cori. Mediante este ciclo el ácido láctico sale del músculo hacia la sangre gracias a un transportador de lactato llamado MCT4. Se dirige luego al hígado y allí se metaboliza (transforma) a glucosa mediante una vía metabólica llamada gluconeogénesis. Luego, esta glucosa podrá volver de nuevo al músculo para ser utilizada como tal completando de esta manera el ciclo. El lactato está formado por un esqueleto de 3 carbonos y la glucosa de 6. Así que por lo tanto serán necesarias dos moléculas de lactato para formar una de glucosa. Así de esta manera se maneja el excedente de lactato en nuestro cuerpo.
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Bioquímico y Profesor: Patricio Arroyo.
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