Las catecolaminas básicamente son aminas biológicas que producen varios efectos en el individuo. Estos efectos están muy relacionados con el mecanismo de stress y alerta que se disparan en situaciones extremas como las de peligro. Entre ellas se encuentran la norepinefrina o noradrenalina, que se produce a partir de la dopamina en el sistema nervioso simpático. La noradrenalina posteriormente se transforma en adrenalina en las glándulas suprarrenales, quizá la más escuchada por nosotros, también llamada epinefrina.
Las catecolaminas generan muchos efectos, entre los que podemos citar el aumento de la frecuencia cardíaca, la presión arterial, el ritmo respiratorio, la fuerza muscular y la lucidez. Aumenta la irrigación en muchos tejidos y órganos, como el cerebro, el corazón y los riñones. La adrenalina aumenta la cantidad de glucosa en la sangre (Hiperglucemia). Esto se produce para aportar energía a los músculos y al cerebro. Cabe mencionar que hay algunos tumores que fabrican en gran cantidad catecolaminas ejerciendo un impacto nocivo en los pacientes. Justamente por la sobre producción.
Para finalizar, citaremos algunos de los usos más comunes de la adrenalina. Es utilizada para controlar el asma o reacciones de tipo alérgico extremas ya que es broncodilatador. Anestesia local. Reanimación de pacientes que sufrieron paros cardíacos. También para aliviar síntomas digestivos como dolores abdominales. Se administra principalmente por vía inyectable. A veces por vía ocular si es para problemas oftálmicos como conjuntivitis.
Bioquímico: Patricio Arroyo.