Un grupo de investigadores de Sudáfrica, en ciudad del cabo, desarrollaron ladrillos ecológicos a base de orina.
Este descubrimiento sería muy positivo por varias razones.
Por un lado no se necesita de procesos que se desarrollan a grandes temperaturas como el caso de la fabricación de ladrillos tradicionales de hormigón, en los que se necesitan temperaturas muy elevadas y aumenta la concentración de CO2 en la atmósfera.

Por otra parte se aprovecha un recurso natural que hasta el día de la fecha se le a dado poco uso importante como es el caso de la orina.
La materia prima de la orina esta en la urea, que es una sustancia muy abundante en este líquido de excreción. Las bacterias metabolizan a la urea y la transforman luego de unas reacciones químicas en carbonato de calcio que es materia prima de estos bioladrillos.
Esto no termina aquí. También se generan productos secundarios como el nitrógeno potasio y fósforo, muy usados para fertilizantes.

El proceso es nuevo y aún no esta optimizado pero irá mejorando con el tiempo tanto en producción como en calidad. Algunas desventajas son por ejemplo de que se necesitan como 20 litros de orina para fabricar solo un ladrillo ecológico. Pero como mencionamos, son detalles que se irán optimizando.