La detección, separación y purificación de ciertas sustancias, como por ejemplo, proteínas, ácidos nucleicos o determinadas células, siempre ha sido materia de constante investigación en campos como Medicina y Biología Molecular. El mejoramiento en las técnicas para su aislamiento han tratando de tener el mejor rendimiento posible. Tareas claves en el proceso de investigación científica, para avanzar en muchas áreas como por ejemplo, en materia de salud. Conocer y poder diagnosticar las enfermedades, conocer mejor al genoma humano, mejorar la calidad y eficacia de los fármacos y alimentos que salen al mercado, etc.
Se han desarrollado numerosas técnicas de separación y purificación de sustancias a través del tiempo. En este artículo hablaremos de una de las más nuevas, de las más modernas y prometedoras, aplicadas específicamente al campo de la salud. Hablaremos de la que utiliza nanopartículas magnétizables. Son partículas de oxido de hierro paramagnéticas. Esta técnica ofrece una sustancial mejora en cuanto a la especificidad de la sustancia investigada, es decir, que detecta con mucha sensibilidad a aquella que queremos monitorear. Como una proteína marcadora tumoral o un virus, etc. También tenemos que tener en cuenta que las partículas magnetizables en muchos casos pueden volver a ser utilizadas.
La base de su funcionamiento es sencilla. Básicamente, estas partículas magnéticas son sensibilizadas con un anticuerpo que a su vez se une a un anticuerpo específico, el cual se unirá a la proteína o antígeno, molécula o célula que queremos investigar. Posteriormente quedarán adheridos a dicha partícula paramagnética, la cual se activará bajo un campo magnético con un determinado tiempo de duración.
Los biosensores magnéticos trabajan de manera similar. Las aplicaciones que tienen son cada vez más y más extensas. Son capaces por ejemplo de detectar concentraciones muy bajas de alguna biomolécula que queramos seguir como por ejemplo, un marcador tumoral. Se encuentran en adheridas a tiras que se impregnan con la muestra del paciente. La biomolécula queda adherida al biosensor. Posteriormente estas tiras se someten a una lectura en aparatos que no solo detectan la biomolécula de interés sino que también la cuantifican. Esto es importantísimo, ya que la cuantificación de las sustancias es crucial para saber las etapas en las que se encuentra la enfermedad o cómo está funcionando el tratamiento en el paciente.
Estas técnicas se están usando cada vez más en algunos países con resultados muy buenos. Su campo de aplicación como decíamos cada vez crece más. Tanto en el espectro de enfermedades diagnosticadas como en el tratamiento, por ejemplo, también se están probando fármacos que se orientan específicamente a los tejidos que los necesitan gracias a las nanopartículas magnéticas, haciendo el tratamiento mucho más selectivo y eficiente. Otra aplicación en medicina, constituye la llamada hipertermia magnética, en la cual las nano partículas se introducen en el tejido tumoral. Después, estas, bajo la acción de un campo magnético externo, empiezan a vibrar y elevan la temperatura de la zona sin hacerlo en los tejidos vecinos sanos. Esta elevación de la temperatura provoca la necrosis o muerte de las células tumorales. Tiene la enorme ventaja de no tener efectos secundarios, en comparación a los que si tienen las aplicaciones de quimioterapia. Como vemos, son muy numerosas las aplicaciones, crecen con el tiempo, como así el mejoramiento de sus técnicas.
Sin exagerar, las aplicaciones de las nanopartículas magnéticas cambiarán y mejoraran nuestra salud y nuestro estilo de vida. Es cuestión de tiempo.