Acido Hialurónico. Características y Aplicaciones


El ácido hialurónico químicamente es un polisacárido complejo (glucosaminoglicano). Naturalmente lo tenemos en nuestros tejidos porque nuestro metabolismo lo sintetiza. Mayormente lo encontramos en la piel, aunque también se lo encuentra en otras zonas de nuestro organismo como huesos, pulmones y líquido sinovial entre otros.

Con respecto a sus funciones tiene una gran capacidad de retener la humedad. Fundamental para hidratar nuestra piel, evitando su resequedad. Por otra parte estimula la síntesis de colágeno, una proteína importantísima para mantener la estructura y firmeza de tejidos como la piel. En los procesos regenerativos de los tejidos también juega un rol importante. Lamentablemente el nivel de producción de ácido hialurónico, como la de colágeno se va perdiendo con el tiempo ya a partir de la tercera década de vida.

Justamente por estos motivos sus aplicaciones son enormes en el Mundo de la estética. Los tratamientos de rejuvenecimiento facial para mejorar la firmeza de la piel y atenuar las arrugas faciales. Como tiene la capacidad de absorber agua aumentando su volumen es útil también para rellenar sectores de la piel como los surcos que aparecen con el tiempo. Generalmente vienen en preparados como cremas o píldoras logrando cambios muy efectivos. Sin embargo también el ácido hialurónico se aplica para algunas enfermedades óseas, ya que ayuda a regenerar el líquido sinovial, el cuál es fundamental para el correcto movimiento de las articulaciones, manteniendo la lubricación y mejorando su correcto desplazamiento.

ácido hialurónico

Bioquímico: Patricio Arroyo


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